4/7/20

Para cuando lees cuatro veces el mismo párrafo y no entiendes nada.


Aquí nada esta puesto al azar, y aunque te parezca intrincado o muy sofisticado, es un juego literario que corona a sus interesados que conectan los significados.

 Requiere de un esfuerzo, un enfrentamiento con la propia sombra, atravesar una selva  de metáforas en búsqueda de la verdad. Una obra que es un gran rompecabezas, como cada uno de nosotros. Desarmado, amigo de la falta y el vacío, agujeros negros de nuestras propias estrellas, en un universo en eterna expansión.

 Estamos acostumbrados a que nos mastiquen los contenidos, a que nos elijan la ropita. A ser caras bonitas. Pero ya tenemos 32 dientes y al menos tres dedos de frente y contamos con la fuerza suficiente de nadar contra la corriente.

 No somos una fuente de entretenimiento, no somos bufones, somos agentes de transformación, de trasmutación, orugas que quieren ser mariposas para volar por sobre todas las cosas. 


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