Príncipes y princesas: El ángel que nos guía y nos acompaña, hace prosperar nuestro camino. Cuida y confía, en ti mismo, en tu destino, como persona, en cada una de tus zonas.
Suelta, valentía y Ánima. En tu ángel, te habrás de apoyar, jamás dudar y continuar. Andar, andar y andar.
Sin regatear por
aquello que es muchísimo más valioso de lo que cuesta. Eres tu propia empresa,
tu propia inversión, no depende de un espacio o de un lugar, lo podes
trasladar, se puede mudar, a cada paso, en cada lugar. No hagas tanto caso, cuando
lo que escuchas no viene al caso. Elijamos a quien queremos escuchar, a nuestros
maestros. Hay muchos locos sueltos.
Es todo lo que llevas
a cuestas, Camello… Descansa, come un poco de pasto, toma un poco de agua del arroyo,
mira tu reflejo.
¿Quién eres? Lávate
la cara. Sonríe J. Las
preocupaciones, harán salir al alma de tu cuerpo.
Ojalá algún día me escuches, ojalá te escuches. Lo adquirirlo con esfuerzo, a veces se valora un poco más. ¿Por qué será?
Nada quiero regalado, que no se haya logrado o no se haya alcanzado. Por que sé, que me va a llegar cuando me tenga que llegar. Si es que sí, si hay para mí. Entonces también habrá para tí.
Ta, te, tí. No hay suerte para mí. Si hay esfuerzo, hay recompensas, pero solo si se hace con amor, con dedicación, con vocación y sobre todo con el corazón.
Si te estas enloqueciendo,
entonces te has privado de la razón. Aguarda, observa, despierta. Déjate
asombrar, no puede estar todo premeditado. Relaja esos músculos mentales.
La desolación, sola. Déjala
sola. Suéltala. Desconcertada, muda y meditabunda va la persona que no saca su
voz, que no escribe, no desdibuja, no pinta y no canta, que no decanta.
Eso me encanta,
cuando Decanta y canta. Tu alma, canta. ¿La escuchas? Dime que sí.
Mientras me preparo para cuando llegue, me alisto. Creo el recipiente para que ingrese la luz. No al revés. Perfeccionando mis cualidades, para que en sus acciones cuenten todas mis verdades.