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Todos somos responsables, los unos por los otros. Sensibles o insensibles, con delay o aturdidos, reflexivos o impulsivos. Pegados o cocidos.
¿Hacia dónde nos dirigimos? ¿En dónde estamos poniendo nuestras inteligencias en conjunto con nuestras energías? ¿Hacia dónde zarpan nuestros barcos?
El mundo es sensible, pero muchas personas no lo son. Quizás por exceso de corazas, de armaduras, o cascaritas que están sanando alguna nueva herida del alma. Todos llevamos cicatrices, algunos las esconden, otros las llevan como trofeos.
Es menester saber la importancia de poner límites en general, pero el exceso de ellos, nos mantiene alejados, sosteniendo la negación, alejados del sentir, del conectar empáticamente, bondadosamente, y encambio nos mantenemos rigurosos, con nosotros mismos y por ende, con los demás, contraídos, retraídos.
Pero cada uno tiene sus propios tiempos.
¿A dónde estamos poniendo nuestra atención? Cuándo uno mira esto, no veo aquello. La atención es limitada.
Es hora de despertar del letargo personal.
Quizás por miedo u otra emoción que no queremos que se despierte. Nos mantenemos dormidos, con las manos atadas.
Mientras otros mandan fuerza y bendiciones telepáticamente, estudian y se esfuerzan en hacer más buenas acciones, en SER mejores personas, en ser más vergonzosos, más cariñoso y amorosos.
Nos invito a mirarnos un poquito más a los ojos. La guerra es espiritual, es energética es del cielo. Es con uno mismo. Esta escrito que como es arriba, es igual abajo.
Nos toca a cada uno hacer nuestra parte, todos somos víctimas y victimarios, pero salgamos de ahí, de la cueva, seamos valientes, lo principal es no temer Hamás.
Para que no se vuelva a repetir, para que podamos aprender la lección:
¡Más amor por favor!.
Hagamos nuestra parte, no dejemos que las emociones tomen decisiones. AL MENOS POR AHORA. Vayamos a dónde realmente queremos ir, eligiendo nosotros mismos el camino. Escribiendo nuestro propio destino, junto con el de mi vecino.
x Imagocampbells
