Cuando la bruma te abruma Abraham, cuando vamos a muy alta velocidad, nos podemos marear en la automatizaciones de los procesos psiconeuroinmunoendocrinoespiritualogicos.
Deja de conducir la mente y ahora maneja la velocidad, la intranquilidad. Entre tanto correr y correr, aunque vayamos caminando, incluso descansando, seguimos laburando..
Hoy en día hacemos infinidad
de cosas al mismo tiempo y TENEMOS que hacerlas bien, o al menos, lo mejor
posible.
Si tu mente va rápido, tu
cuerpo también debería poder ir a ese ritmo. Sincronizarse, que también es
sintonizarse. Eliminar los ruidos, proteger al aturdido, para escuchar tus propias canciones, tus tambores.
A veces lo que queremos, no es
lo que necesitamos. ¿Entonces?
¿Cómo Volver a uno, para uno y
también para dos y tres y todos al mismo tiempo?
Abraham, el abuelo de todos,
se fue de sí, para volver a sí, así mismo. Entonces: Primero deberías
irte de vos, si es que ya no te fuiste o estás de regreso. Romper
todos tus ídolos.
Ago así como Perderse para
encontrarse.
AL MENOS, cuando la cosa ya no va más.
La respuesta seguro está adentro, adentro de adentro, de adentro tuyo Mamushka.
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