Había una vez un hombre que miraba el mundo al revés.
Cuando él habla un suspiro era una palabra.
Ellas vuelven aquí, a donde vago solo...
Sal muchacho de las cavernas, Sal.
Basta de azúcar.
Quiero con las palabras salir a jugar
no te quiero convencer, quiero compartir y florecer.
Ver al sol nacer y envejecer.
El rayo que atraviesa una nube
hace llover cuando un arco iris lo conmueve.
Pues yo tambien.
Decidió salir a caminar...
Un pato embellecía el pasar.
Lo sigo y lo persigo, se atasca en el hilo.
Permiso, puedo pasar le pregunto al destino?