Cuando te haces un amigo de grande, Te saludan los pajaritos...
Cuando Jugamos seriamente y no con la mente, conectamos las almas puramente, chapoteamos en calma y aunque nos entre agua por la nariz, crece y crece una eterna raíz.
Este acto no solo puede gestar una amistad o germinarla sino también consolidarla, alimentarla y subirla a una nave de chizitos hasta el infinito, volviendo al mundo más y más chiquito.
En un juego se comparte, ese es un poco el arte, una meditación que logra sacarte del mundo de los grandes, de la competencía o de la guerra vuelta ciencia, que especula con tus movimientos para obtener mayores rendimientos.
¿Pero cómo puede alguien ganar si tan sólo uno ha perdido? Y no estoy hablando sólo de partidos.
Donde nacen los vencedores y vencidos, uno más uno deja de ser de dos ya que lo que se debería sumar, se comienza a restar.
Pero si hablamos de amistad, hablamos de multiplicar, de exponenciar, de mejorar, hablamos de dar. De traer lo que esperamos encontrar.
Ahí es cuando saco la pluma y el pincel de mi ropero, para invitar a jugar, a creer el crear y así encontrar en la brisa, la risa cuando se acabe con la dualidad y conectemos con la verdad, con la unidad.
De chicos era más fácil. Ahora es un desafío, cruzar el Umbral, endulzar la Sal, homegenizar al heterogeneizado.
Te invito a saltar la cerca, te invito a jugar, a resolver el misterio con trajes de detectives, a volvermos proclives.
Te regalo una LUPA enaltecedora que encuentre la inspiración en cada rincón, que vuelva grande al chiquito, que revele a tu aura su brillo.
Te invito soltar, a confiar. Te regalo un halo, usalo, no seas malo.
Recuerda que para aprender a repartir, primero debes saber compartir y eso siempre se puede corregir. Mentir, te hace dejar de existir. Sé tu mismo, vuelve abstracto el hiperrealismo y podrás atravezar cualquier abismo.
FELIZ DÍA DEL AMIGO HOY!